Cada 16 de abril se conmemora el Día Mundial del Emprendimiento. En Paraguay, las microempresas representan una parte fundamental del tejido económico y social. El último Boletín de Formalización elaborado por el MIC arrojó que del total de 450.167 mipymes formalizadas con RUC al cierre del 2023, el 88,06% son microempresas, el 9,61% pequeñas y el 2,33% medianas.
“El emprendedor verdadero no está pensando en emprender, ya está emprendiendo constantemente. Ese que por más que esté trabajando en una empresa, está emprendiendo un negocio a lado suyo, no para, se pasa haciendo cosas, buscando nuevos negocios, cómo aumentar sus ventas”, reflexionó Guillermina de Imlach, presidenta de la Asociación de Mipymes.
Los momentos de incertidumbre suelen ser el escenario donde nacen nuevas ideas. Ante situaciones difíciles como el desempleo, una enfermedad o, en su momento, la pandemia, cientos de emprendimientos salieron a flote. Muchos lograron perdurar, y otros se reinventaron para asegurar su supervivencia.
“Por necesidad, ante un momento de crisis uno emprende un negocio. Creo que si se quedó la persona con un solo negocio no es un emprendedor, el emprendedor es el que está constantemente haciendo cosas nuevas”, añadió la representante.
Historias de resiliencia
Emprender solos, con amigos, en pareja o con la familia. Ofrecer productos, servicios o una combinación de ambos. Estas son algunas de las historias de emprendedores que recogimos para entender qué los mueve y cómo empezaron.
Rafael Kanazawa, propietario de Pomber Tech tras un accidente que cambió su vida, decidió imprimir su propio futuro y encontró en la impresión 3D una nueva oportunidad de negocio y crecimiento.
Antes de la pandemia, Rafael se dedicaba a la enseñanza de robótica, un campo en el que había encontrado su pasión. Sin embargo, su trayectoria dio un giro drástico tras sufrir un accidente que le causó paraplejia. Enfrentando una nueva realidad, tomó la decisión de reinventarse. Vendiendo los kits de robótica que poseía, adquirió su primera impresora 3D y así nació oficialmente Pomber Tech en 2023.
Desde su casa y con el respaldo de la Fundación Zaraki, su negocio despegó rápidamente. La demanda de productos impresos en 3D creció y, pronto, Rafael pudo expandir su producción, enfocándose en la venta mayorista.
Cuando un ser querido enferma, la familia y todo su entorno cercano se reorganiza y busca lo mejor para el paciente. Así nació KeVida, un emprendimiento que surgió en 2020, a partir de la experiencia personal de Héctor Viveros con su madre, quien atravesaba un tratamiento oncológico, descubrieron los beneficios del caldo de hueso y así una idea de negocio.
“Mi mamá se sometió a una serie de intervenciones y nos llamó la atención que su primer alimento después de la operación fue el caldo de huesos. Así que empezamos a investigar y fuimos descubriendo los beneficios que tiene”, explicó Viveros
De esta manera, surgió el emprendimiento, empezaron a producir el caldo en su propia casa, de forma muy artesanal. “Con nuestras ollas y utensilios, para nuestro consumo propio. La noticia se fue difundiendo entre amigos y parientes, y comenzaron a llegar los primeros pedidos. Así que vimos una oportunidad de negocio, realizamos la inversión y hoy contamos con una planta de producción completamente aprobada por el Ministerio de Salud”, agregó.
El propósito de una marca es, ante todo, resolver un problema real para sus clientes. Así nació Holi Cook, la primera empresa en Paraguay en ofrecer un servicio profesional de cocineras a domicilio.
Nilda Concepción Rodríguez, fundadora y gerente general de Holi Cook, solía llegar a casa después de un día ajetreado y enfrentarse al mismo problema: no tenía nada preparado para alimentar a su familia. Esta situación la llevó a organizarse y comenzar a planificar las comidas de la semana. Sin embargo, sería un episodio mucho más duro el que la impulsaría a transformar esa experiencia en un proyecto con impacto.
Tras enfrentar la enfermedad terminal de su esposo, quien además era el principal sostén económico del hogar, y luego de su fallecimiento, Nilda decidió poner en marcha el emprendimiento. “Me quedé con tres hijos y tuve que reinventarme. El negocio nació no solo por necesidad, sino también desde el dolor”, confesó.
Viktor Savin y su esposa encontraron en Paraguay su nuevo hogar, y en la carpintería, una oportunidad para echar raíces. Inmigrante ruso que llegó al país en 2018, Viktor conoció Paraguay casi por casualidad, pero fue conquistado rápidamente por su ambiente, su gente y su estilo de vida.
Un año después de su llegada con apenas algunas herramientas básicas como un taladro, una sierra de mesa y una cepilladora eléctrica, Viktor inició la fabricación artesanal de muebles de manera solitaria. Hoy en día, ese esfuerzo inicial se convirtió en una empresa, la Carpintería Estilo Ruso, que se encuentra en constante crecimiento y emplea a cinco carpinteros paraguayos, además de contar con un gerente de ventas y personal de apoyo logístico.
La decisión de quedarse en Paraguay fue, en principio, tomada a la ligera porque Víktor y su esposa llegaron al país casi sin referencias, como parte de un viaje de exploración por América del Sur. Pero al poco tiempo de conocer el ambiente y el estilo de vida, decidieron establecerse definitivamente. "Después de tres o cuatro semanas, mi esposa me dijo que sentía que finalmente estaba en casa", apuntó, y desde ahí, comenzó su viaje por el país junto con su familia.
El amor por un recuerdo familiar fue el punto de partida para Blanca Melgarejo. El cocido que su papá solía preparar cada mañana para ella y sus hermanos no solo se convirtió en un momento entrañable de su infancia, sino también en la inspiración para un emprendimiento con sabor a hogar, Cocido Quemado Ña Blanqui.
"Mi papá, que en paz descanse, nos levantaba temprano a mis siete hermanos y a mí con el cocido ya listo", recordó Ña Blanca. "Siempre nos decía que teníamos que saber hacerlo para el día de mañana". Con el paso del tiempo, Blanca llevó esa enseñanza a su vida cotidiana, y fue una compañera de trabajo quien la motivó a transformar esa tradición en un negocio. "Pensé que nadie compraría mi cocido, porque todos saben hacerlo, pero ella me convenció de que mi receta tenía un sabor especial".
Lo que comenzó como una fascinación de infancia por los dinosaurios se transformó en una experiencia de entretenimiento familiar: así nació Reptil Ride, que surgió de la pasión de Fernando Fretes, un joven de 23 años, y su socio Richard K, por los dinosaurios y su deseo de trabajar con los niños.
Reptil Ride ofrece una experiencia interactiva donde los niños pueden montar dinosaurios animados en espacios públicos como centros comerciales. Estos dinosaurios son estructuras de goma que simulan movimiento real, como abrir la boca o mover la cola, lo que transforma la actividad en una mini aventura jurásica. Ya están presentes en tres grandes shoppings: Mariano, Paseo La Galería y Pinedo.
"Siempre quise ver a los niños felices y brindarles algo diferente. Me encantó la idea de crear una experiencia que pudiera disfrutar toda la familia", explicó Fernando.
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