Según la experta, si bien la tendencia de las empresas multinacionales en lo que se refiere a uniforme es más relajada, no se debe dejar de tener en cuenta que las prendas son también el reflejo de cada persona.
“Hay una frase que siempre repito: Si quieres verte profesional, no te vistas improvisado”, dijo. Añadió que el buen vestir también está considerado como un hábito donde la clave es el conocimiento y la compra inteligente de las prendas de vestir y accesorios.
“En el ámbito empresarial, las mujeres sí o sí deben usar los zapatos cerrados, los tacos de 6 a 8 cm, son los más elegantes y distinguidos; los modelos clásicos y stilettos sin plataforma son los acertados. Siempre en colores corporativos como negro, nude, marrón; también podría sumarse el bordó en invierno. Las carteras de líneas rectas y rígidas dan más formalidad en esos mismos colores”, apuntó.
Consideró que los tailleurs o trajecitos en la mujer ya son un clásico, así como los vestidos Jackie o el conjunto de blusas y faldas por debajo de la rodilla, y en un ambiente formal el uso de medias finas de color piel opaca son las más acertadas.
En cuanto a los varones, se distinguirán con trajes a medida de calce perfecto; las camisas de colores blanco, rosa y celeste son las más formales. Las corbatas lisas de seda natural dan un plus al outfit.
“Los trajes Slim deberían ser una opción para los más jóvenes y con una estructura corporal atlética, ya que tienen un corte más ajustado y más corto de las mangas y de pantalones”, sugirió.
Por otra parte, manifestó que si bien la tendencia de los más jóvenes hoy es ya sin corbata, reaparece el pochette o pañuelo como un accesorio, al cual se puede agregar zapatos acordonados de cuero 100%, que es lo más formal y elegante.
Comentó que también se ve el uso de zapatillas deportivas, más acorde a un ambiente más relajado y juvenil.
Algunos tips a tener en cuenta
“En la reunión y entrevistas, personalmente sugiero no distraer la atención con algún accesorio, color o detalle que reste seriedad. Y ni hablar en el caso de mujeres: el abuso de escotes o transparencias es inadmisible”, aseveró.
Explicó que el 55% del impacto es visual, por lo que la forma de andar, de caminar, la postura, suman mucho y lo bueno es que se puede mejorar cada día, siendo conscientes de nuestro cuerpo. Así proyectamos seguridad y profesionalismo.
“Para evitar caer en errores que puedan afectar la imagen, lo mejor es el conocimiento, el criterio y así las compras correctas de prendas que aporten a la imagen. La forma de cuerpo, la edad, la función y el entorno dictarán qué es lo mejor para cada profesional”, concluyó.
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