El Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional recomendaron a otras organizaciones de crédito que, por la compleja situación mundial, sean flexibles al momento del cobro a tal punto de dar la opción de postergar los pagos de deuda y refinanciarlas para cuando la actividad económica vuelva a estabilizarse. Según el informe de abril de The Institute of International Finance (IIF), titulado Global Debt Mentor, para fin de año vencen más de US$ 20 billones en bonos y préstamos globales (billones en el sistema americano).
El IIF también agrega que los mercados emergentes necesitarán refinanciar US$ 730 mil millones en deuda cambiaria hasta fines de 2020. Además, la organización proyecta que la deuda pública subirá drásticamente, nada más en febrero la emisión bruta de deuda pública global se disparó a más de US$ 2.1 billones, más del doble del promedio 2017/2019, cuando fue de US$ 0.9 billones.
En síntesis, el instituto advierte que se avecina una recesión global que comenzaría con US$ 87 billones más en deuda global en comparación al índice de endeudamiento que se tuvo al comienzo de la crisis financiera de 2008. Para recordar nada más, el porcentaje de endeudamiento con el cual el mundo cerró el año pasado fue de 322% del PIB y el IIF proyecta que el 2020 cerrará con más del 442% del PIB, destacando el mayor crecimiento que tendrá la deuda pública global, que en los últimos 13 años aumentó de US$ 53 billones a US$ 70 billones.
Para tener una idea, según el titular de Hacienda, la pandemia costaría a la economía paraguaya un 7% del PIB, por lo que consideró necesaria una reforma integral del Estado, un proyecto en el que ya están trabajando.
"Absolutamente todo el sistema entra en refinanciación, es una cadena. Los bancos lo harán con los bancos centrales y los gobiernos con los organismos internacionales", acotó el máster en desarrollo económico y consultor de DAC Consulting, Andrés Filártiga, quien además aseguró que la posibilidad de refinanciamiento “es posible con los multilaterales, sin embargo, las deudas de los bonos no se pueden dejar de honrar acorde a los vencimientos porque ellas no se pueden refinanciar”.
Según un documento facilitado por Filártiga, la deuda paraguaya está conformada de la siguiente manera: 46% corresponde a bonos internacionales, 37% a organismos multilaterales y 17% a deuda interna, que se divide de nuevo en emisiones internas, deuda con el BCP y otros.
"Nosotros seguiremos aumentando la deuda y tendremos mucha presión porque debemos aguantar el encierro y el escenario poscrisis. Existen solo dos caminos para cubrir esas deudas posteriormente: una reforma del Estado o aumentar los ingresos", sostuvo.
Quizás te interese leer: Germán Rojas: “Es un buen momento para repensar el modelo de Estado que tenemos”
Para Filártiga, el proyecto de reforma del Estado presentado por el senador Sergio Godoy “es interesante” por estimar aproximadamente un ahorro de US$ 500 millones anuales en el caso de reducir algunos sobrecostos, mientras que se podría barajar la posibilidad de tomar nueva deuda a través de Itaipú.
"La binacional tiene capacidad de pago, se estima que podemos pagar hasta US$ 2.000 millones por año de cuota, es decir, que mínimamente tenemos una capacidad de financiarnos alrededor de US$ 20.000 millones. Esto depende de toda una negociación con Brasil, la estructuración de la deuda y que el Estado dé muestras de austeridad", opinó Filártiga.
Tu opinión enriquece este artículo: