"Nuestro principal problema es que actualmente el río no existe prácticamente, y todos los otros temas son de menor impacto en este sector. Para tener una buena navegación en Asunción, por ejemplo, se debería tener un nivel de 3 metros de profundidad, y en estos momentos tenemos unos 23 centímetros de profundidad, lo que dificulta todas las operaciones", reconoció.
Por esto, se está cargando un máximo de 70% de la capacidad total de las embarcaciones y en tramos muy complicados un convoy de 16 barcazas tiene que pasar de forma fraccionada, cuatro por vez con la ayuda de los remolcadores, “porque es la única de manera de pasar en algunos casos”, explicó.
Al mismo tiempo, el extitular del Centro de Armadores Fluviales y Marítimos del Paraguay (CAFYM), señaló que casualmente tanto la cuenca del Paraná como la cuenca del Paraguay se encuentran con un déficit de lluvia pocas veces visto, y que, con este nivel de agua, los trabajos de dragado no serán una solución total al inconveniente.
“Más bien se debe pensar en otras soluciones que permitan que el agua recorra espacios más angostos, es decir que en partes donde los ríos se ensanchan, se reduzcan los espacios, siempre estudiando los impactos financieros y ambientales”, argumentó.
Según Ehrecke, generalmente este tipo de trabajo es costoso y no es fácil de concretar, por eso la mejor solución sería que se registren unas buenas lluvias.
"Si hablamos de volumen, la soja es el producto más exportado, pero también estamos enviando contenedores con maíz, carne, madera, carbón, leche, pero en volumen existe una amplia diferencia de la soja sobre todos los productos", afirmó.
Aun con las condiciones actuales, de acuerdo con Ehrecke, “este volumen de productos necesariamente tiene que movilizarse, porque existen contratos de provisión de materias primas, productos y artículos en general. Entonces los armadores se ingenian para que la demanda y movimiento comercial sean cumplidos”.
Impacto financiero
Entre lo movilizado por el mercado interno y el externo, el sector fluvial maneja un promedio de US$ 800 millones, considerando los transportes de cargas que se concretan en nuestro territorio y en el Mercosur, en muchos casos, refirió.
Esta cifra podría alcanzar hasta los US$ 1.000 millones si es que la situación mejora, agregó.
Tu opinión enriquece este artículo: