El experimento, que tuvo lugar en el laboratorio de la Universidad Northwestern en Illinois, Estados Unidos, logró transmitir estados cuánticos de fotones a través de cables de fibra óptica comunes, lo que podría cambiar por completo la forma en que se procesan y comparten los datos. A diferencia de las redes de comunicaciones actuales, que dependen de señales físicas susceptibles de ser interceptadas, la teletransportación cuántica utiliza el entrelazamiento cuántico para transferir información. Este fenómeno permite que dos partículas se mantengan correlacionadas a distancia, de manera que cualquier cambio en una de ellas afecte a la otra instantáneamente.
Según los investigadores, este avance es fundamental para el desarrollo de lo que podría ser la internet del futuro: una red cuántica que funcione con una seguridad inquebrantable. “Lo que hemos logrado no solo demuestra que la teletransportación cuántica es posible fuera del laboratorio, sino que también abre la puerta a una infraestructura más segura y eficiente, que podría integrarse perfectamente en los sistemas de fibra óptica existentes”, señaló el Dr. David Choi, líder del equipo investigador.
Las señales cuánticas son extremadamente delicadas y susceptibles a la interferencia del tráfico de datos convencional. Para superar esta barrera, el equipo de la Universidad Northwestern identificó una banda de frecuencias óptimas que minimiza la dispersión de la luz, y diseñó filtros especiales para proteger las señales cuánticas durante su trayecto. El resultado fue que, incluso con tráfico denso de internet, los fotones cuánticos mantuvieron su estado intacto durante el recorrido de más de 30 kilómetros de fibra óptica.
Este desarrollo no solo abre el camino hacia una internet más rápida, sino que también podría ser clave para garantizar comunicaciones seguras en un futuro. En Italia, otro equipo de científicos demostró que el sistema de distribución de claves cuánticas (QKD) basado en la teletransportación cuántica es capaz de generar claves de cifrados imposibles de interceptar sin ser detectadas. Si un intento de espionaje es detectado, la conexión se corta automáticamente, garantizando una protección sin precedentes frente a hackers.
Con la posibilidad de integrar esta tecnología en las infraestructuras existentes, el próximo paso será ampliar las pruebas a mayores distancias y con múltiples pares de partículas entrelazadas, con el objetivo de crear una red cuántica global. Si los desafíos técnicos se resuelven con éxito, el impacto de la teletransportación cuántica en la seguridad y velocidad de internet podría ser tan transformador como lo fue la llegada de la red mundial hace varias décadas.
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