Con tan solo pulsar la pantalla, las menores pueden solicitar ayuda a través de esta app desarrollada por la iniciativa "160 girls", la primera de estas características a nivel mundial, que comparte la información con la Policía para que se inicien los trámites necesarios para denunciar el caso.
Tras haber recibido la petición, los agentes empiezan con el procedimiento: acompañar a la víctima a recibir tratamiento médico, acudir a la escena del crimen y recabar pruebas o entrevistar a testigos y sospechosos, por ejemplo.
"El gran problema hasta ahora había sido que las investigaciones policiales eran ineficaces o insuficientes por temas de corrupción", dijo a la agencia EFE la coordinadora nacional del proyecto, Anne Ireri. "De ahí la importancia de involucrar a los agentes kenianos", insitió.
En Kenia, es habitual que las víctimas de violación sean acusadas de deshonor, ya que la violación conlleva un estigma social que en muchos casos provoca el rechazo de su comunidad e incluso de su propia familia.
Por eso, y a pesar de que este país cuenta con uno de los marcos legales y de políticas más progresistas para abordar la violencia sexual, se estima que 19 de cada 20 violaciones no son denunciadas y quedan impunes, según la ONG Equality Now.
"160 Girls" es un proyecto de la organización de Derechos Humanos Equality Effect que arrancó en 2012 cuando 160 chicas, de entre 3 y 17 años, demandaron al Gobierno de Kenia por no haberlas protegido de ser violadas. En aquel entonces el Tribunal Supremo les dio la razón y ordenó a la Policía a hacer cumplir las leyes para detener a todos los responsables.
(Fuente: Infobae)
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