Con este objetivo, el presidente de Senacsa, José Carlos Martin, se reunió con representantes de asociaciones de criadores para socializar la hoja de ruta prevista hasta 2028.
Durante la reunión se presentó el Programa de Erradicación de la Fiebre Aftosa, Plan Estratégico 2018-2028, que contempla un proceso gradual y técnicamente sustentado para suspender la vacunación. La propuesta busca posicionar a Paraguay entre los países con mayor reconocimiento sanitario, lo que podría abrir mercados más exigentes y de mayor valor.
Sin embargo, el sector productivo manifestó inquietudes. Ignacio Llano, presidente de la Asociación Paraguaya de Criadores de Brahman, explicó que temen las consecuencias económicas de un brote sin vacunación. “Si apareciera un foco, la hacienda valdría al menos la mitad, impactando duramente en productores y en la economía nacional”, advirtió.
Recordó además que la carne bovina es el tercer rubro de exportación del país, y un traspié sanitario afectaría la competitividad internacional. “Hoy la mayoría de los productores preferimos seguir vacunando. Estamos bien con el sistema actual y creemos que todavía no es momento de dar este paso”, puntualizó.
El debate se enmarca en una tendencia global hacia la erradicación definitiva de la fiebre aftosa. Actualmente, solo el 14% del comercio mundial de carne corresponde a países con el estatus de libres con vacunación, como Paraguay. La proyección es que, con el tiempo, la mayoría adopte el modelo de libre sin vacunación.
Para Llano, la presión internacional es clara, pero considera esencial que el proceso se construya en conjunto con los gremios. “Lo más positivo fue abrir el espacio de diálogo. Ahora lo importante es trabajar juntos en una propuesta equilibrada”, destacó.
Por su parte, Ramiro Maluf, presidente de la Asociación Paraguaya de Productores y Exportadores de Carne (APPEC), lamentó no haber sido convocado, aunque reconoció que el encuentro respondió a la posición pública de los criadores.
Si bien no hubo resoluciones inmediatas, los representantes coincidieron en que el diálogo recién comienza. El desafío será equilibrar la necesidad de alinearse al mercado internacional con la seguridad que demandan los productores.
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