La iniciativa es el resultado de una articulación entre el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), el Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades) y la FAO, en respuesta al creciente interés del Gobierno por diversificar la matriz productiva nacional, generar empleo rural e impulsar la seguridad alimentaria.
“El desarrollo de la acuicultura representa una alternativa viable para diversificar la economía e incrementar los ingresos de los hogares, a la vez que ayuda a mitigar los efectos del cambio climático y reduce la presión sobre los recursos pesqueros”, afirmó a InfoNegocios Iván Felipe León Ayala, representante de la FAO en Paraguay.
La misión técnica, que se inició con la llegada de los especialistas el pasado 3 de abril y se extenderá hasta el miércoles 9 de este mismo mes, está compuesta por expertos de alto nivel provenientes de la sede central de la FAO en Roma y de la oficina regional para América Latina y el Caribe. Los profesionales mantendrán encuentros con actores públicos, privados y académicos para identificar líneas de cooperación y establecer una hoja de ruta que fortalezca al sector.
Esta hoja de ruta busca no solo actualizar las políticas públicas acuícolas, sino también atraer inversiones mediante el diseño de una propuesta concreta que será presentada en el Foro de Inversiones de la FAO en Roma, previsto para octubre próximo.
La FAO y Paraguay ya tienen antecedentes de cooperación en este ámbito. En 2011 se estableció un Plan Nacional de Desarrollo de la Acuicultura Sostenible, con apoyo técnico del organismo, que promovía un enfoque inclusivo, responsable y orientado a la sostenibilidad. Además, la Ley 3.556/08 de Pesca y Acuicultura refuerza el compromiso normativo del país con el uso responsable de los recursos acuáticos, en consonancia con estándares internacionales.
Para León Ayala, la acuicultura forma parte de un paquete más amplio de cadenas de valor que la FAO está ayudando a fortalecer en Paraguay, en el marco de su iniciativa “Mano de la Mano”. “Ya estamos trabajando con las cadenas de la producción láctea y de banana, priorizadas por el MAG, y ahora es el turno de fortalecer la cadena acuícola. Este es un paso más hacia un modelo de desarrollo más inclusivo y resiliente”, explicó.
El crecimiento del sector acuícola no solo tiene un enfoque económico, sino también social. Uno de los principales objetivos es mejorar las oportunidades de vida en comunidades rurales, integrando a pequeños productores en cadenas de valor sostenibles y competitivas.
Los expertos de la FAO señalaron que nuestro país tiene ventajas naturales importantes para el desarrollo acuícola, como la disponibilidad de recursos hídricos, condiciones climáticas favorables y una creciente demanda regional de productos acuáticos. Sin embargo, también se identifican desafíos, como la infraestructura limitada, la necesidad de asistencia técnica especializada, el fortalecimiento institucional y el acceso a financiamiento.
En ese sentido, la misión técnica representa un paso fundamental para alinear esfuerzos y generar condiciones que permitan al sector acuícola crecer de forma ordenada y sostenible, con un impacto positivo en la economía rural.
El compromiso político también se ha demostrado firme. En octubre de 2024, el ministro de Agricultura y Ganadería, Carlos Giménez, y en febrero de este año, el titular del Mades, Rolando De Barros Barreto, reafirmaron ante la FAO el interés del país en profundizar la cooperación técnica para la consolidación de esta actividad estratégica.
Con esta nueva etapa de colaboración, Paraguay busca posicionarse como un actor relevante en el desarrollo acuícola de la región, atrayendo inversiones, generando empleo y fortaleciendo la seguridad alimentaria desde una perspectiva de sostenibilidad.
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