Rodrigo Nogués, presidente de Olimpia y empresario del rubro del entretenimiento, destacó la magnitud del proyecto en X. “Olimpia puede, Paraguay puede. Sean bienvenidos al futuro estadio Osvaldo Domínguez Dibb, sede oficial de la FIFA World Cup 2030”, expresó. El estadio, con capacidad para 46.000 espectadores, será el más grande y moderno construido en Paraguay, diseñado bajo los estándares de la FIFA en inclusión, accesibilidad y sostenibilidad.
El recinto contará con 338 palcos de lujo distribuidos en distintos sectores, espacios VIP y VVIP, áreas de hospitality, cuatro zonas de fans y ocho patios de comida. Además, incluirá un Museo de la Eternidad y tendrá accesos por cuatro calles, lo que facilitará la movilidad. Nogués reveló que la obra demandará una inversión de aproximadamente US$ 60 millones y se proyecta su finalización para 2027.
Por su parte, Robert Harrison, presidente de la Asociación Paraguaya de Fútbol (APF), subrayó el impacto del evento. “Es un día histórico para el Paraguay, para todas nuestras leyendas. No lo creíamos, pero tenemos ya todo preparado aquí en Paraguay y seguramente en ese momento estaremos aún mejor”, afirmó también en su cuenta de X.
El evento generará una fuerte inyección económica, atrayendo a miles de turistas, lo que beneficiará a sectores como hotelería, gastronomía, transporte y comercio. "Paraguay tendrá los ojos del mundo encima, y eso nos permitirá mostrar todo lo que podemos ofrecer como destino turístico y de inversiones", agregó Nogués.
La construcción del nuevo estadio de Olimpia, junto con la llegada del Mundial 2030, perfila a Paraguay como un polo de desarrollo económico en la región, generando empleo e incentivando la infraestructura deportiva y turística del país.
“Es algo beneficioso; observemos lo que ocurrió con las dos finales de Sudamericana que se jugaron acá. Claramente dejan muy buen movimiento a nivel de turismo”, opinó Christian Sosa, miembro de la Asociación de Emprendedores del Paraguay (Asepy).
A su criterio, la construcción del estadio también tendrá impacto en la economía local y, a diferencia de lo que ocurre con otros países, no parece que llegue a tener efectos adversos en cuanto a la precarización laboral y a la seguridad laboral.
El economista Rodrigo Ibarrola también dio su parecer sobre el tema. “No es algo fácil de medir. Pero yo creo que sí dejará cierta infraestructura y además promocionará el país”, aseveró. No obstante, es un poco más reservado en sus expectativas sobre la posibilidad de que lleguen muchos turistas a Asunción.
Jorge Garicoche, también economista, aclaró que existen estudios sobre grandes eventos deportivos, ya sea mundiales de fútbol u olimpiadas. En la literatura existente se ve que no siempre los resultados son similares y positivos para la economía.
“Hay veces que la construcción de infraestructura no compensa ni económica ni socialmente”, complementó. Para el economista no existe respuesta única y se debe tener en cuenta cuánto se gastará y qué beneficios puede adquirir Paraguay.
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