El anuncio se dio en el marco de la sexta edición de la Conferencia Mundial sobre Financiación de la Biodiversidad, celebrada del 6 al 8 de mayo en Chile, con la participación de más de 130 países que también integran la plataforma. El evento, considerado el más relevante a nivel internacional sobre este tema, reunió a líderes, expertos y representantes de gobiernos para debatir e intercambiar soluciones sobre cómo canalizar fondos hacia la protección de los ecosistemas.
De acuerdo con el Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades), la incorporación de Paraguay al proyecto Biofin marca un hito estratégico para el país, que actualmente enfrenta desafíos significativos en materia de deforestación, pérdida de hábitats y degradación de ecosistemas.
La adhesión de Paraguay a esta iniciativa representa una oportunidad clave para fortalecer sus capacidades en planificación financiera ambiental y avanzar en la integración de la biodiversidad en los procesos de formulación presupuestaria del Estado señalaron desde la cartera ambiental.
Uno de los objetivos centrales de Biofin es identificar, priorizar e implementar mecanismos innovadores de financiamiento para asegurar la sostenibilidad de los ecosistemas y los servicios que estos prestan, desde la regulación del clima hasta el abastecimiento de agua o la polinización de cultivos.
Entre los instrumentos financieros explorados por los países miembros durante la conferencia se encuentran: bonos de naturaleza, subsidios verdes, tecnología financiera aplicada al medio ambiente, y créditos de biodiversidad, entre otros.
Durante la apertura oficial de la conferencia en Santiago de Chile, la ministra de Medio Ambiente de ese país, Maisa Rojas, celebró la expansión de la red Biofin. “Nuestro mayor desafío hoy es visibilizar la biodiversidad como una base esencial para nuestras economías, nuestras formas de vida y nuestra identidad. Debemos medirla, integrarla en nuestras cuentas nacionales y darle un valor tangible dentro del desarrollo económico”, afirmó Rojas.
Por otro lado, Lilian Portillo, directora de Planificación Estratégica del Mades dijo que, Biofin no es un compromiso obligatorio, sino una herramienta de asistencia técnica. “Es una plataforma que nos brinda metodologías y apoyo para construir estrategias de financiamiento alineadas con nuestras prioridades ambientales y de desarrollo”, expresó.
Con esta adhesión, Paraguay no solo avanza en el cumplimiento de sus compromisos internacionales en materia ambiental, sino que se posiciona dentro de una red internacional que trabaja por incorporar criterios ecológicos en la planificación económica nacional.
Portillo enfatizó que esta iniciativa está plenamente alineada con los marcos normativos paraguayos. “Biofin se articula con la Política Ambiental Nacional, la Estrategia Nacional de Biodiversidad y con la Política Nacional de Desarrollo Sostenible que estamos construyendo. Es un componente clave para garantizar la implementación real de nuestras metas ambientales”.
Paraguay, al igual que muchos países de la región, enfrenta desafíos estructurales para movilizar recursos financieros suficientes destinados a la protección ambiental. La incorporación a Biofin busca cerrar esa brecha mediante el desarrollo de soluciones adaptadas al contexto local, que involucren a todos los sectores: público, privado, académico y de la sociedad civil.
“La idea es generar estrategias de financiamiento multisectoriales. No se trata solo de buscar fondos, sino de diseñar mecanismos eficientes, sostenibles y escalables para que las acciones de conservación sean viables en el largo plazo”, señaló Portillo.
Durante la conferencia en Chile, la delegación paraguaya tuvo la oportunidad de conocer las experiencias de países que llevan más de una década implementando Biofin. Estos intercambios ofrecieron lecciones aprendidas valiosas y modelos replicables, como el desarrollo de bonos de biodiversidad, fideicomisos ambientales, y la incorporación de la biodiversidad en la planificación presupuestaria nacional.
“El financiamiento ambiental no puede ser visto de forma aislada. Las soluciones deben responder a los desafíos de manera integral. Una estrategia de financiamiento para la biodiversidad también debe tener impacto en la mitigación del cambio climático y en la restauración de ecosistemas”, explicó Portillo.
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