Iniciada en agosto de 2023 con la demolición de la antigua estructura, la nueva terminal ya completó cimientos, estructura de hormigón, albañilería y revoques. Actualmente, se trabaja en la estructura metálica y el techo principal, mientras que próximamente comenzará la urbanización exterior (adoquinados y explanadas). La empresa Bogado Construcciones, adjudicataria del contrato, mantiene el cronograma sin retrasos. Para garantizar el servicio durante las obras, desde agosto pasado opera una terminal provisoria a 1,5 km de la ubicación original, donde se encuentran agencias de viajes y comerciantes.
La terminal, descrita como "el corazón de la ciudad", promete mejorar la movilidad y seguridad, además de dinamizar el comercio. Cristian Bareiro, comerciante con décadas en el lugar, recordó las precariedades del antiguo edificio: filtraciones, techos colapsados, cloacas desbordadas y robos nocturnos. "En la terminal provisoria estamos cómodos, pero el movimiento comercial es menor", admitió, reflejando la expectativa de recuperar clientes con la nueva infraestructura.
La obra no solo brindará un espacio ordenado y techado para los pasajeros, sino que también podría reactivar el empleo local y atraer inversiones. El intendente Magín Benítez subrayó que será un "impulso económico para toda la comunidad", facilitando el acceso a servicios y oportunidades.
La nueva terminal de Villarrica como imán para el desarrollo
Bareiro no ocultó su entusiasmo por la pronta culminación de la Terminal de Ómnibus de Villarrica, pues considera que será un "catalizador" para la economía del departamento. Con más del 54% de avance y un cronograma que apunta a su finalización en octubre, destaca que esta infraestructura no solo mejorará la imagen de la ciudad, sino que impulsará su crecimiento en múltiples sectores.
"La terminal es la puerta de entrada para la mayoría de los visitantes. Su buen funcionamiento beneficia a todos: desde el comerciante hasta el productor rural. Es un espejo de lo que somos como ciudad", sostuvo el empresario, quien opera una agencia de viajes en la terminal provisoria. Para él, el proyecto no solo resolverá problemas históricos de infraestructura, como las filtraciones y la inseguridad, sino que enviará una señal clara a los inversionistas: "Villarrica está lista para crecer".
Bareiro enfatizó que la economía guaireña atraviesa un momento dinámico, con sectores tradicionales y emergentes en plena expansión. "Tenemos una producción agrícola y ganadera sólida, una industria avícola en auge y hasta una nueva planta textil que genera empleo. A esto se suman universidades que forman profesionales y atraen a jóvenes", detalló.
En los últimos años también apareció la minería —especialmente la extracción de piedra basalto—, que ganó terreno, mientras el turismo se consolida como un pilar estratégico. La cordillera de Ybytyruzú, con sus paisajes y rutas eco-turísticas, junto a una gastronomía que rescata sabores locales, posicionan a Guairá como un destino atractivo. "La terminal será clave para recibir a quienes vengan a explorar estos recursos", agregó el empresario.
Con la obra en su etapa final, Bareiro confía en que Guairá está cerrando ciclos de estancamiento y abriendo otros marcados por la planificación y la visión a largo plazo. "Hoy somos un departamento que mira al futuro sin olvidar sus raíces. La terminal es solo el inicio de un camino que nos llevará a competir a otro nivel", concluyó.
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