1- Menos diseño, más fotografía
Lo primero que suelo recomendar por sobre todas las leyes hechas del código de la Generación Z, es evitar los flyers como posteos. Las métricas hablan, y recordemos que Instagram empezó como una red con énfasis en la fotografía, así que ¿por qué deberíamos usar Photoshop para otra cosa que no fuese retoque de fotos?
Con esto no digo que si sale a la luz un flyer; con alta cantidad de texto y demás no tenga éxito (aunque sí, es exactamente lo que quiero decir), pero siempre las fotografías traen mejores resultados que un frío afiche.
2- ¿De qué hablamos?
En Instagram podés hablar sobre cualquier cosa. Si me preguntan cuáles son las mejores formas de encarar cualquier comunicado, es en base a la metáfora, lo simbólico, la narrativa. Contar un cuento en una imagen (sin textos, de preferencia), tocando siempre los nervios que conducen a una emoción, a un “qué lindo esto”, a un “quiero probar hacer esto”. La verdad es que si tu cuenta tiene cosas estéticamente bien resueltas o posteos útiles para tu público, el porcentaje de alcance no debería ser un problema. Hablá acerca de lo que el público de tu marca necesita, y no de vos como marca.
3- Efecto Lomito Árabe (infaltable)
Cuando vamos a postear o hablar acerca de alguna experiencia de marca o producto, siempre es mejor hacerlo de una forma en la cual la información pueda llegar al seguidor de una forma simple. Algo que me gusta llamar el “Efecto Lomito Árabe”.
¿En qué consiste? Imaginemos por un momento que la idea/experiencia/producto de la cual querés hablar es un enorme pedazo de carne. Obviamente, uno tan grande no te lo comés de una, el truco es despellejar este corte, esta gran cantidad de información, “enchularla”, aderezarla con la mejor salsa de ajo o mayonesa casera (que serían los filtros o correcciones de imagen), enrollarlo en un fresco pan pita y repartirlo por pedidos (en los formatos que mejor funcionan). ¿Te dio hambre?
4- Formatos, formatos, formatos y más formatos:
No voy a profundizar tanto en este tema, porque creo que merece su propio artículo, pero les cuento que:
Con las fotografías: Siempre va a ser mejor que la identidad de la marca vaya de una forma subliminal (hablamos del logo). La gente está cansada, solo quieren ver fotos lindas o cosas que les aporten a su vida.
Con los videos: ¿Historias con una introducción/nudo/desenlace en un espacio de 3 minutos?
Mostrá tu idea central, el tope de tu vídeo debe ir en los primeros segundos porque es ahí cuando tu seguidor decide si hace scroll o no. Y obviamente, mejor si dura menos de 30 segundos.
Con los Boomerangs: Una creatividad efervescente puede lograr lindas formas de comunicar algo con este formato. Tu creatividad es tu propio techo.
5- Textos de posteos, pautas e identidad:
Cuando hablamos de texto de posteo en Instagram, en realidad hablamos de una caption. De una descripción, algo que cumpla con el ya mencionado efecto del lomito árabe. Las captions de posteo o incluso los textos en las redes deben ser cortos. No le demos tantas vueltas: fresco, entendible y nada pretencioso. Estamos tan acostumbrados a llenar vacíos que por obra del día a día rematamos en el pobre espacio que nos deja Instagram.
Algo coherente en cuanto a la identidad que tenemos en Instagram, es que debemos sentar una posición como marca o incluso como personas. Sostené tu personaje, que tu pilar de contenido de marca sea tu identidad misma porque así, aparte de lograr llegar a fans potenciales también vas a lograr que ellos se involucren contigo.
Una buena pauta puede hacer que tu mensaje llegue a las personas correctas, pero la mejor pauta que podés realizar es la que no parece un anuncio. Cada día es un hecho, la inversión debe ser un plus de lo que un posteo orgánico cumple. Tu foto/video/boomerang es el auto que al quinto día entra en reserva y la pauta es la estación de servicio a la que le decís: por veinte mil por favor.
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