Cuéntenos la historia de Maahsa
La empresa nace a finales de la primera década del siglo XX de la mano del ciudadano alemán Alberto Heilbrunn como un negocio unipersonal, de acopio de frutos del país. En 1913 heredó un dinero con el que compró un molino de arroz y una caldera en Alemania. En 1916 construyeron los silos frente al Salesianito. El 7 de febrero de 1925 transformó su negocio unipersonal en una SA. Es la fecha que festejamos como el comienzo de la empresa.
¿Cuándo se hizo cargo de la firma?
A los 13 años ya era empleado fuera de casa en un taller mecánico, pero siempre quise ser mi propio patrón. Mi abuelo vendió las máquinas a finales de la década del 50 y Maahsa quedó como una empresa que ofrecía servicios de alquiler de depósito. Cuando murió mi abuelo, mi madre y mis tíos querían liquidar la empresa, pero les propuse comprarles su parte. ¿Cómo les pagué? A mis tíos con la mitad del terreno, a mi mamá con una casa de IPVU, y a mi abuela, quien vivía en Alemania, con un contrato de renta vitalicia de 300 marcos mensuales. Cuando me empezó a ir bien le subí a 500 marcos.
¿Le costó asumir al frente de una empresa siendo joven?
Tengo una formación alemana muy cuadrada, me enseñaron que los impuestos hay que pagarlos, cumplir con la ley. En Maahsa todos ganan el salario mínimo y más, y se paga IPS sobre el valor real. Por eso es un obstáculo competir con gente que no cumple.
¿Cuál considera que es su deber como empresario?
El rol social de la empresa es generar puestos de trabajo dignos para el ser humano. Es el sustento del empleado que así puede comer, vestirse, al igual que su familia, y que sus hijos puedan estudiar en la universidad y sean mejores ciudadanos. El papel del empresario es muy noble; ganar plata no es pecado, pero cierto grupo político denostó el ser empresario, y nos hizo mucho daño.
¿Qué dificultades debe enfrentar el industrial paraguayo?
El industrial paraguayo es guapo, trabajador, creativo para sobrevivir. El grave problema que tenemos es la economía de escala, pero podemos igualar la cancha en Mercosur, que por ahora le perjudica tremendamente a Paraguay, porque funciona sólo en nuestro país de la frontera para dentro.
En las góndolas de los supermercados vas a encontrar productos brasileños, argentinos, uruguayos; y entran con arancel cero, como debe ser. Pero cuando yo quiero exportar hay mil trabas. En Brasil no encontrás productos paraguayos y en Argentina sólo unos pocos. Cedemos nuestro pequeño mercadito de 7 millones de habitantes a potencias que tienen economía de escala.
Y no compensamos ese mercado que perdemos porque no nos permiten vender libremente. Maahsa exporta a Bolivia, Chile, Ecuador, Colombia, Panamá, Costa Rica, Nicaragua, República Dominicana, pero en Brasil y Argentina nos ponen trabas. Ahora con (el presidente Javier) Milei vamos a ver si podremos exportar a Argentina.
A un presidente le dije que apliquemos medidas espejo, que están permitidas por la OMC. Si Pechugón no puede vender en Brasil, que Sadia tampoco lo haga acá, si Lactolanda no puede vender yogur en Argentina que tampoco lo haga Sancor en Paraguay.
¿Las industrias hoy tienen que tener en cuenta el cuidado medioambiental?
Absolutamente. Esta es una empresa seria que hace las cosas bien y mucho antes de que se hablara de certificación orgánica ya la poníamos en práctica. Tenemos buenas prácticas de manufactura, certificación ISO 9000, certificaciones orgánicas para la UE y EE.UU. En nuestras calderas quemamos carozo de coco, y cuando se acaba compramos leña, y ahora, residuo de carpintería. No echamos bosques para alimentar nuestras calderas y no usamos derivados fósiles, que emiten mucho más carbono.
¿Qué tiene de destacado la industria paraguaya?
Paraguay no está explotando un elemento que no es menor. Nuestra industria está basada en energía limpia y renovable. Leí que en la etiqueta del ron dominicano Barceló destacan que el 85% de la energía que utilizan en su producción es renovable. Acá es el 100% y nadie lo dice. Ese es un plus. Algún día las etiquetas van a consignar que para elaborar tal producto se emitió tanto carbono, y va a ser obligatorio. Ahí Paraguay va a pasar al frente.
¿Qué proyectos tiene Maahsa?
Queremos crecer en áreas en las que no nos afecte tanto el contrabando. Pasamos cinco años muy duros pero sobrevivimos bien. Ahora estamos mirando dónde nos va a pegar menos este flagelo. La caña es un producto nuestro e incursionamos en ese rubro.
También trabajamos para darles seguridad a nuestros empleados, a nuestros accionistas. Maahsa va a seguir generando utilidades, puestos de trabajo. Somos una empresa que crece. Tenemos más de 300 empleados directos y más de 1.000 indirectos. Tenemos muchas mujeres a partir del nivel de supervisores, y en las gerencias son el 70%.
¿Qué futuro tiene la industria paraguaya?
Veo un excelente futuro. Imaginate cuando empecemos a igualar la cancha en Mercosur, que podamos vender libremente nuestros productos. Eso va a tener un efecto multiplicador y a generar puestos de trabajo, riqueza, impuestos. Ahora mismo ya estamos ampliando el PIB industrial, mejorando la economía.
Pero necesitamos que las autoridades se acerquen a preguntarnos qué necesitamos. Si a nosotros nos va bien, los inversores vendrán solos. La industria dinamiza a la economía de manera extraordinaria y en la medida en que en el país crezca el PIB industrial va a haber menos desocupados y más seguridad.
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