En 1886, miles de trabajadores en Estados Unidos iniciaron una huelga masiva para reclamar jornadas laborales más humanas, ya que muchos trabajaban entre 12 y 16 horas diarias. Las protestas se intensificaron y derivaron en episodios de violencia, donde murieron varios policías y manifestantes. Hoy, más de 80 países conmemoran este 1 de mayo como símbolo de la lucha por los derechos laborales.
En el marco de esta fecha, abordamos la evolución del mercado laboral paraguayo en cuanto a prácticas hacia los colaboradores. De acuerdo con los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), al cierre del cuarto trimestre de 2024, un total de 3.139.430 personas componían la fuerza de trabajo, mientras que la cantidad de ocupados fue de 2.996.550 personas.
"Nuestro grupo interno es el más importante. Tenemos que tenerlos contentos para que todos puedan responder a esa misión institucional y logren los objetivos de la empresa", afirmó Soledad Blanco, coordinadora de Sostenibilidad y Formación de la Asociación de Empresarios Cristianos (ADEC).
Uno de los principales desafíos del mercado laboral actual es la retención de talentos. Los profesionales contemporáneos evalúan las oportunidades considerando factores que trascienden lo económico. Más allá del salario, aspectos como la flexibilidad horaria, las posibilidades de crecimiento profesional, un ambiente laboral positivo y programas de bienestar integral se han convertido en elementos decisivos.
Para Blanco, la flexibilidad para compaginar la vida personal con la laboral es muy valorada por los trabajadores. En ese sentido, comentó que la pandemia marcó un punto de inflexión en los modelos laborales. Actualmente, se observa mayor flexibilidad horaria y en la modalidad de trabajo, permitiendo a los empleados equilibrar mejor su vida profesional y familiar. Las organizaciones están poniendo especial énfasis en la salud mental y el desarrollo familiar.
"Muchísimas empresas en Paraguay están implementando programas como ayuda familiar para escolarización de niños, apoyo a la maternidad o paternidad responsable, y salud mental y física. Cuando uno valora su trabajo, ve más allá del salario; se considera a la persona en su rol familiar y profesional", añadió Blanco.
Para Coral Ruiz Reyes, directora de Soluciones Humanas SA, en los últimos años las prácticas laborales mejoraron y evolucionaron hacia el respeto y la empatía con los colaboradores. Las organizaciones apuntan a generar un ambiente armónico y productivo para lograr proactividad y espíritu de grupo, lo que se traduce en mayor satisfacción laboral.
"Esto causa un efecto enriquecedor en todo el equipo, ya que todos se sienten parte y viven los valores de la compañía como propósito en su día a día", resaltó Reyes.
Cecilia Dos Santos, directora de la red Jobs, amplió que numerosas empresas han comenzado a implementar prácticas concretas enfocadas en el bienestar integral, como campañas de vacunación, visitas de nutricionistas, pausas activas y acompañamiento psicológico. Estas acciones representan un cambio significativo, pues ya no se limitan a comunicaciones en fechas específicas, sino que generan intervenciones con impacto directo en la vida de los colaboradores y sus familias.
¿Qué le espera al mercado laboral?
Para Dos Santos, en los próximos años el equilibrio entre la vida personal y laboral seguirá en el foco. "La flexibilidad ya no será un beneficio, sino una nueva forma de trabajar. Las organizaciones que proporcionen autonomía, escucha activa y beneficios personalizados lograrán mejores resultados", afirmó.
Destacó que medir por objetivos —en lugar de horarios— y ofrecer oportunidades de crecimiento no lineal (como participación en proyectos multidisciplinarios) serán clave. "El bienestar laboral, evitando el burnout mediante análisis de distribución de tareas, herramientas adecuadas y capacitación de líderes para detectar desgaste emocional, será fundamental. Construir entornos humanos no es solo retener talentos, es una responsabilidad organizacional", concluyó.
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