Según los últimos registros del Banco Central del Paraguay (BCP), la Inversión Extranjera Directa (IED) fue de US$ 455.903.000, acumulando un saldo de US$ 6.028.890.000, es decir, el total de inversiones extranjeras activas dentro del territorio paraguayo, que representaron el 2,02% del PIB. En el 2013 el flujo de la IED estuvo registrado en US$ 325.736.000 mientras el saldo sumaba US$ 4.915.784.000, representando el 1,7% del PIB.
Asimismo, los boletines del BCP sostienen que desde el 2013 al 2017 fue el sector de servicios el que recibió mayor cantidad de inversiones, sin embargo, según el analista económico de SEI Consulting, Andrés Filártiga, el hecho de que el sector de servicios haya crecido en IED responde al crecimiento del sector agroindustrial. “Los servicios financieros llegaron al país porque fueron atraídos por el boom de la soja para proveer productos de financiamiento al campo productivo. Paraguay recibió inversión extranjera para industrializar la soja, desarrollar las aceiteras, la banca y el sector de la construcción”, agregó.
Filártiga añadió que recién en este momento el foco de la IED está cambiando hacia el sector industrial y de infraestructura, como ocurrió antes en otros países de la región, pero en líneas generales el foco de la inversión extranjera regional se centra en las industrias extractivas, razón por la que Perú, Colombia, Chile y Bolivia -países con reservas mineras- fueron los que más capital recibieron en los últimos años.
De modo comparativo, Paraguay se sigue ubicando en las últimas posiciones en lo que respecta a inversión extranjera, esto se evidencia en los datos de la Cepal, que en 2017 ubicó al país por debajo de Bolivia y Ecuador, que tuvieron un flujo de US$ 725 millones y US$ 606 millones respectivamente, mientras que Paraguay alcanzó los US$ 356 millones, superando solamente a Uruguay que logró US$ 27 millones.
Aunque en flujo de inversiones superemos a Uruguay en el 2017 (último registro de Cepal), si observamos los promedios estamos por debajo del país rioplatense, ya que ellos logran inversiones entre US$ 2.500 millones y US$ 3.000 millones al año, rango que supera ampliamente a los US$ 420 millones que acumulamos de forma anual. “La Unión Europea es el principal inversionista en la región, pero nosotros tenemos a Brasil y a EE.UU. como inversionistas históricos y deberíamos ver formas de incrementar el capital que ellos traen al país”, acotó.
Por otro lado, el analista nombró las principales dificultades que tenemos para atraer inversiones: la mediterraneidad, la falta de conectividad, infraestructura vial y aeropuertos, falta de institucionalidad, corrupción, vulnerabilidad para el lavado de dinero e inestabilidad política. “Si llegamos al grado de inversión, la película va a cambiar, de esa manera los capitales de fondos jubilatorios podrían invertirse acá y así se lograría mejorar esos aspectos que nos faltan para mejorar nuestras condiciones”, argumentó.
Entretanto, mencionó que con el tratado de libre comercio con la UE se podría generar cadenas de abastecimiento regional que contengan ensambladoras para industrias específicas, algo de lo que Paraguay no se debería privar, aunque para eso es necesario combatir las falencias a nivel jurídico, porque de otra manera los empresarios no se animarían a invertir en el país.
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