Antes, fue director en las empresas Árboles SA, Agroganadera Cerro Campana SA, Cab Hacienda y Campos SA, Karanda Consultores y del Consorcio Ganadero para Experimentación Agropecuaria (CEA).
¿Cómo empezó su carrera empresarial?
Mi carrera empresarial comenzó a los 18 años como emprendedor. Junto con un amigo nos dedicamos a la cría de codornices. Más tarde llevamos adelante un bar de playa. Todo eso mientras cursaba la carrera de Agronomía. Al terminar la facultad, con 24 años, me sumé a la ganadera familiar.
¿Qué obstáculos encontró para desarrollarse como empresario?
La burocracia estatal, el trámite excesivo, ir de una ventanilla a otra, de una sede a otra. Eso es algo que desmotiva cualquier tipo de emprendimiento, negocio, o empresa. Creo que lo que más me costó en mis inicios como emprendedor (y me cuesta hasta ahora) son todos esos procedimientos administrativos, que resultan en un desperdicio de tiempo y energía en la realización de trámites.
¿Cuál considera que es su mayor éxito como empresario?
El empoderamiento de la gente a través del trabajo honesto. Ver cómo un joven que ingresa al mundo laboral, casi sin experiencia, se forma y crece como persona y como profesional.
¿Qué consejo le hubiera gustado recibir cuando estaba iniciando su carrera empresarial y se lo daría a otro empresario ahora?
Que todo en la vida es prueba y error. Esto me hubiera evitado algunas frustraciones, pero sobre todo me hubiera ayudado a preparar algunos escenarios posibles.
¿Es el Estado un aliado o un problema para el empresario? ¿Qué le reclamaría?
No debería ser un problema. El Estado debería aportar a la calidad de vida de todas las personas que habitan dentro de sus límites, no solamente facilitar la vida del empresariado. Se debe a todos sus habitantes. Por eso, le reclamaría desde la falta de políticas públicas para mejorar la salud, la educación y la seguridad en las calles, que afecta a todos los ciudadanos, hasta la burocracia excesiva e ineficiente que desmotiva a quienes quieren invertir en el país para generar valor a través de sus iniciativas empresariales.
¿Qué bondades y defectos tiene el empresario paraguayo?
Una gran bondad que tienen los paraguayos es que saben hacer negocios en un ambiente complicado. Un defecto sería que le falta arriesgar y probar más, hay temor por lo desconocido.
El empresario actual ¿debe tener alguna formación profesional relacionada con el mundo de los negocios?
Es importante pero no imprescindible.
¿Un libro que todo CEO o gerente general debería leer al menos una vez en su vida?
Pensar rápido, pensar despacio, de Daniel Kahneman
¿Cuál es su recomendación para mantener a su equipo motivado?
Una fórmula que nos funciona a nosotros es el crecimiento interno y el empoderamiento del equipo.
¿Cómo lidia con el estrés que produce la actividad empresarial?
Con el equilibrio entre trabajo, familia y amigos.
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