-¿Qué es lo más destacable del clima de negocios en Paraguay?
-El espíritu emprendedor de los paraguayos. Eso se ve reflejado en una persona independiente que crea una marca, promociona sus productos o servicios en redes sociales y logra un alcance increíble. También resalta ese espíritu en una gran empresa que no tiene límites, que hace mejoras y adaptaciones necesarias para aventurarse a nuevos caminos y horizontes.
En contrapartida se encuentra el gran nivel de informalidad de los negocios que genera una competencia desleal entre empresas formalizadas y las que no. Cuesta ser formal y golpea más competir contra empresas informales.
-¿Qué dificultades puede encontrar un inversor?
-Dentro de todo el país es un mercado atractivo para los inversores extranjeros ante una tasa impositiva baja y una moneda estable, pero creo que faltan más canales de inversión para empresas. No es normal que una empresa paraguaya piense en emitir bonos en la bolsa de valores, ni tampoco es normal que pequeños inversores apuesten por empresas paraguayas. Con medios más atractivos conectaremos a capitalistas con empresas que necesitan recursos.
-¿Qué opinás de las siguientes situaciones? Inflación, apertura fronteras con Argentina y el apoyo del Estado a emprendedores.
-Creo que no podríamos hablar de una inflación alta, al menos si nos comparamos con la región. El contrabando sí es un problema latente en nuestro país, es un flagelo de siempre. No sabría decir si la capacidad de control fronterizo que manejamos en nuestro país es alta y si radica ahí o no el problema, pero es un hecho que contamos con grandes competidores desleales. Creo que tenemos que cambiar nuestra forma de combatir el contrabando, debemos ganar a los productos de contrabando en el mercado y no en la frontera. Va a ser muy difícil, pero los que lleguen a tener éxito van a ser empresas muy competitivas.
Cabe resaltar que tras la pandemia se dio un fenómeno muy interesante, que es el de elegir un producto o servicio por su origen, comprar algo porque es paraguayo, porque buscamos que todos se vean beneficiados y que la plata quede acá en el país. Eso es algo que desde la campaña Paraguayo como vos venimos buscando desde hace años, y que hoy una empresa salga a decir fuerte y claro que su producto es un buen producto y es paraguayo, nos llena de orgullo.
-¿Cómo ves el 2021? ¿Estamos a puertas de una buena temporada de fin de año para las empresas?
-Sin lugar a dudas se siente la reactivación. Pienso que después de un año tan duro como el 2020, la manera en la que nos estamos moviendo es alentadora, pero también hay muchas cuentas que pagar y debemos seguir fuertes y ágiles para poder sobrellevar lo que se venga.
-¿Qué le falta al emprendedor paraguayo?
-Ver un poco más allá del hoy, parar un poco la cabeza y ver qué están haciendo en países más avanzados que el nuestro. Muchas veces nos esforzamos tanto en crear la rueda y no vemos que más bien se trata de tomar de ejemplo buenas prácticas y adaptarlas a nuestro mercado.
Y otro punto muy importante es no desatender las bases de cualquier emprendimiento, comenzar formales, comenzar ordenados, para que el crecimiento no les tome desprevenidos.
-¿Cómo ves el trabajo gremial del sector privado para mejorar el clima de negocios?
-Creo que en varias situaciones críticas para el país, el sector privado sentó postura e hizo frente a acciones o decisiones tomadas que capaz no eran las más acertadas. El trabajo en conjunto del sector público y del sector privado es indispensable, ya que uno genera el clima ideal para que el otro se desenvuelva y crezca. Sin saber qué necesita el sector privado es imposible que el sector público genere un clima favorable para todos.
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