¿Cómo empezó su carrera empresarial?
Mi vida laboral empezó en el sector bancario donde trabajé durante 10 años. Luego incursioné en el mundo de las multinacionales trabajando para British American Tobacco por casi 20 años, en diferentes posiciones y para diferentes mercados. Cuando decidí empezar como empresaria lo hice creando una agencia de comunicación corporativa, especializada en crisis y asuntos públicos, porque sentía que el mercado necesitaba una experiencia más internacional en estos temas. Además, en el mismo año traje la representación de InfoNegocios a Paraguay, buscando un medio que genere buenas noticias empresariales, además de conectar a sus lectores.
¿Qué obstáculos encontró para desarrollarse como empresaria?
Al principio hacer conocido los nuevos servicios es lo más difícil. Y generar la confianza del mercado.
¿Cuál considera que es su mayor éxito como empresaria?
Definitivamente la sensibilidad para entender qué necesita el mercado. Me resulta muy atractivo comenzar nuevos proyectos empresariales, probar qué funciona y empezar de nuevo si no lo logro.
¿Qué consejo le hubiera gustado recibir cuando estaba iniciando su carrera empresarial y se lo daría a otro empresario ahora?
No tenerle miedo al fracaso. Creo que todos tenemos miedo a empezar algo diferente por temor a que no nos vaya bien. Hoy los planes estratégicos de las empresas ya son a más corto plazo por este motivo.
¿Qué bondades y defectos tiene el empresario paraguayo?
Tenemos cosas por mejorar. En general no sabemos decir que no, que no nos gusta una oferta, un servicio o un trabajo hecho. Debemos aprender a ser más frontales y directos de forma correcta.
No sabemos delegar, confiar en estructuras externas. Debemos aprender a contratar ejecutivos, especialistas en sus áreas, en vez de empleados que no contradigan.
Lo bueno del empresariado paraguayo es que siempre empuja para adelante. Hacemos, a pesar de las dificultades y las oposiciones.
¿Es el Estado un aliado o un problema para el empresario? ¿Qué le reclamaría?
Creo que lo más perjudicial para el empresariado es la competencia desleal, no hay un fair play claro, no se puede competir abierta y legalmente en varios sectores. La burocracia de ser formal afecta fuertemente la competitividad de las empresas.
El empresario actual ¿debe tener alguna formación profesional relacionada con el mundo de los negocios?
Totalmente. El mundo está cada vez más especializado y por eso debemos actualizarnos constantemente, participar en grupos de entrenamiento, compartir con colegas, investigar y contratar especialistas que nos ayuden.
¿Un libro que todo CEO o gerente general debería leer al menos una vez en su vida?
El Arte de la Guerra, de Sun Tzu. Es el mejor libro de estrategia de todos los tiempos. Inspiró a Napoleón, Maquiavelo, Mao Tse Tung y muchos otros. Nos enseña la estrategia aplicada con sabiduría en los momentos de conflicto.
¿Cuál es su recomendación para mantener a su equipo motivado?
Creo que formar equipos es un arte, crear un ambiente donde todos los miembros se sientan total y absolutamente comprometidos con los resultados de la empresa, no sólo de su área o equipo, y donde se disfruten y celebren los logros y se unan fuerzas para solucionar conflictos.
¿Cómo lidia con el estrés que produce la actividad empresarial?
Las caminatas al aire libre y compartir juegos con mis nietos es lo que más me ayuda a lidiar con el estrés; me alegra la vida y me llena de energía.
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