Vie 13/09/2013
Para un segmento de la población laburante, comer en la calle puede ser una opción económica y rápida (aunque de cuestionable valor alimentario) para salir del paso en la vorágine de la vida urbana. Desde la Intendencia de Montevideo se está trabajando muy fuerte para que todos los carritos estén en condiciones. En total hay 107 en la capital, a razón de uno cada 15 mil habitantes. Y acceder a un carro equipado con todos los “chiches” requiere una inversión no menor a US$ 15 mil.
Para ahondar un poco más sobre el tema, nos contactamos con Richard Millán, director del Servicio de Regulación Alimentaria de la Intendencia, quien desentrañó cómo funciona este negocio que tuvo gran auge en la era pre Vázquez en la intendencia pero que luego se depuró por las exigencias de higiene. Hoy es una actividad bastante regulada y para instalar un carro de chorizos hay que pasar por Promoción Económica (Área de Desarrollo Económico) y pedir la autorización, que es personal, correspondiente. La autorización se otorga por 5 años, renovables previa inspección. La Intendencia dispone de 17 inspectores (aunque Richard dice que lo son “el millón y medio de montevideanos”) y está a punto de incorporar 10 más. “Lo que nosotros hacemos es ver en qué condiciones está el carro, que tenga agua potable, que tenga un desagüe, que tenga las piletas”, aclara.
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La Cámara de Distribuidores de Automotores y Maquinarias (CADAM) pronostica que la importación de automóviles 0km de este año caería el 13,4%, en relación al mismo periodo del 2012.
En julio de este año registró una fuerte disminución del 21%, reporta Cadam. Entre enero y julio, fueron importados un total de 17.569 vehículos, mientras que este año, la cifra se redujo a 13.773 -3.796 vehículos menos-.
Estos resultados tienen varios orígenes; el más importante sigue siendo la importación de automóviles japoneses, coreanos y americanos vía Iquique.
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