“Si bien es cierto que el FG fue un ente muy importante para el gremio ganadero, creo que hoy está perdiendo espacio; pero si hay una fusión con un banco que tiene el respaldo del Estado (como el BNF), puede ser un lugar al que el productor puede recurrir para seguir creciendo”, afirmó el ganadero José Costa Barriocanal.
A su vez, Juan Reinaldo Cáceres, miembro del comité de Administración del FG en representación de la Asociación rural del Paraguay (ARP), recordó que esa entidad no es captadora, sino un intermediario dentro del estamento financiero.
“Si es que vamos a capitalizar el FG se van a tener que solicitar créditos externos e internos para ello. Por eso, como el BNF cuenta con suficientes recursos, es mejor que el fondo pase a integrarse en él, y así el Estado contaría con una sola banca de apoyo al sector pecuario. Esa es la razón”, explicó.
A lo que apunta el plan es a integrar el FG dentro de la estructura del BNF. Al respecto Cáceres dijo que es más apropiado hablar de “integración” antes que de “fusión”, aunque lo cierto es que el fondo dejará de operar como lo viene haciendo (el funcionario también eludió decir que “se extingue”), y lo hará con los recursos del BNF.
Cáceres agregó que la misión y la función del FG, contenidos en la ley de creación de la institución, están incluidos en dos artículos del proyecto de referencia. “Será como una ampliación específica en la normativa del BNF. Con respecto a si va a ser una oficina, un departamento o una dirección dentro de la estructura del banco, son las autoridades de este las que van a decidir”, apuntó.
Los activos y pasivos del FG también pasarán a formar parte del BNF y los empleados del fondo se incorporarán al funcionariado del banco. “La idea es que con esta integración todo el know how de los funcionarios del FG se continúe implementando dentro del BNF”, refirió.
Por su parte, Jorge Dos Santos, tesorero de la ARP, manifestó que la fusión o integración tendrá “mucho impacto” si la instancia sucesora del FG se convierte en un departamento preponderante dentro del BNF y permite la concesión de créditos rápidos y baratos.
“Si tardan ocho meses en darme un crédito ya me pasó la oportunidad, ya se perdió la zafra para el ganadero o el agricultor. Y los subsidios tienen que ser solo para emergencias”, remarcó.
A esto, Costa Barriocanal añadió que el FG ya no estaba teniendo fondos para acompañar el trabajo del productor. “En otra época fue una entidad que apoyó e hizo crecer a muchísima gente, a muchísimas empresas ganaderas, pero hoy ya no está teniendo la fuerza ni los medios para seguir llevando adelante ese trabajo”, aseveró. Actualmente los recursos del FG provienen del Estado y préstamos de la banca internacional.
Dos Santos coincidió con su colega en que el FG ya no cumple su función de fomento, “pierde plata, y probablemente esté sobrecargada de funcionarios. Esta sería una buena oportunidad para disminuir el número de empleados; por supuesto, habrá que indemnizarlos como corresponde, pero es una oportunidad para la reorganización y el achicamiento del Estado”.
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