El Fonacide es un fondo creado por la Ley 4.758/2012 que da un marco jurídico a la distribución de los recursos obtenidos por la compensación por cesión de energía a Brasil, los cuales son transferidos a municipios y gobernaciones, y actualmente varían dependiendo del nivel de afectación que tuvo la localidad al construir la binacional.
Asimismo, las municipalidades y gobernaciones beneficiarias tienen la obligación de destinar por lo menos el 50% del dinero transferido a proyectos de infraestructura en establecimientos educativos o en su refacción. Según Vázquez, actualmente son 1.190 las aulas en mal estado ubicadas en las localidades afectadas por la construcción de la represa y reciben G. 182.000 millones, mientras que en las localidades no afectadas 2.020 aulas están en mal estado y solo reciben G. 66.000 millones.
"Lo ideal es cambiar el sistema de distribución de beneficios para que los recursos reduzcan las asimetrías. Se puede hacer un ranking de desarrollo que tenga como punto de partida la equidad", manifestó Vázquez, quien además recomendó destinar los fondos en el mejoramiento del tejido económico y no solamente en gastos sociales.
El ranking consistiría en la distribución por rangos de vulnerabilidad y necesidades para realizar las transferencias. Vázquez puso de ejemplo lo que ocurre con la merienda escolar, que en algunas localidades y gobernaciones posiblemente ya cumplieron con su objetivo y podrían ser cambiadas a programas enfocados en la malnutrición.
Descentralización y pereza fiscal
El exdirector ejecutivo de Investigación para el Desarrollo (ID), Bruno Martínez, coincidió con Vázquez en su visión favorable a reducir la desigualdad entre localidades, no obstante, subrayó que “el Fonacide incentivó a las municipalidades a que sean perezosas fiscalmente y por eso no cobran a empresarios con buena relación con la administración”, añadió.
"El Fonacide es importante porque descentraliza el poder, esa es una realidad aunque las municipalidades estén vilipendiadas", enmarcó. Martínez recordó que existen buenos números relacionados a la rendición de cuentas de los recursos del Fonacide, como por ejemplo en el 2015, cuando solo 19 municipalidades no rindieron la ejecución de los recursos.
Entretanto, argumentó que la proliferación de municipalidades pequeñas es una consecuencia de la existencia del Fonacide, porque en vez de mantener municipios grandes con impuestos, se motiva a una "atomización" por las ganas de recibir fondos. Por otra parte, opinó que con los municipios como beneficiarios del Fonacide los ciudadanos pueden conseguir mayor participación en las ejecuciones, lo cual no ocurriría si el MEC manejara los fondos.
Por último, reveló que existe evidencia de que la construcción de aulas “le sale más barato a los municipios que a las gobernaciones y al gobierno central porque los municipios utilizan mano de obra local”, concluyó.
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