“El área de siembra este año aumentó bastante en relación con el 2021, se estima que se llegó a unas 80.000 hectáreas, más o menos. En realidad, no aumentó más solo por falta de semillas, debido a que no hubo una buena planificación por parte de los productores, de lo contrario el incremento sería mayor”, destacó el profesional.
La evolución de este cultivo es notable en comparación a zafras pasadas. En el 2020, la superficie sembrada de canola fue de aproximadamente 30.000 hectáreas, mientras que en 2021, rondó las 60.000 hectáreas. “La tendencia para el 2023, es que se mantenga el área actual o que crezca incluso más, pero todo va a depender de la disponibilidad de semillas, no que son fáciles de conseguir y de la buena organización del productor”, pronosticó.
Osterlein comentó que en estos momentos, los agricultores se encuentran en plena cosecha y que a pesar de los impasses climáticos que afectaron un poco a las plantaciones, los rendimientos están bien. “Ya se cosechó un 60%, más o menos, de la superficie. En general, están sacando en promedio, entre 1.800 y 2.000 kilos por hectárea, lo que se considera un buen promedio para la canola. Los productores están satisfechos con el cultivo”, enfatizó.
Agregó que la canola toleró bastante la sequía, pero que en algunas parcelas terminó impactando más que en otras. “Obviamente, esperábamos un rendimiento más alto pero igualmente, es satisfactorio. Este año sucedió lo contrario a años anteriores, la canola tempranera, es decir, la que se plantó antes del 10 de mayo, fue la que se vio más afectada. En tanto, lo que se sembró posteriormente, hasta junio, y que se está cosechando ahora, está teniendo mejores rendimientos”, enfatizó.
El técnico remarcó que el cultivo sintió poco la sequía comparado con los otros rubros, que si se vieron muy perjudicados, así como también, el año pasado, aguantó muy bien las fuertes heladas que se registraron. Por lo cual, hoy en día, es considerado uno de los rubros con mayor rendimiento, superando incluso la rentabilidad de cultivos tradicionales como el maíz y el trigo.
“La canola paraguaya se está comercializando actualmente en un 40% en el mercado interno y el 60% restante se está exportando. La demanda internacional del producto es muy interesante, hay nuevos mercados europeos apareciendo al igual que de otros continentes, pero el requerimiento por parte de Europa este año fue muy grande. Hay empresas, como Cargill, que trabajando exclusivamente para cubrir esta demanda, lógicamente cuidando el patrón de calidad que se exige para la exportación del producto”, resaltó.
De acuerdo con Osterlein, la demanda del grano es tal que los niveles de producción no alcanzan para cubrirla. “Además de Europa, también se está enviando, pero en menor volumen a Brasil, Uruguay y a Rusia, aunque este año por el tema del conflicto bélico que mantiene con Ucrania, se detuvo un poco, no obstante, siempre está participando como comprador. Así también hay mercados asiáticos abiertos e interesados en adquirir el producto y a los que todavía no hemos podido enviar, porque no la falta del grano”, reiteró.
Actualmente, los departamentos que concentran la mayor producción de canola en Paraguay son Itapúa y Alto Paraná, aunque en los últimos años también se ha expandido en zonas como Caaguazú y Canindeyú.
Sobre CW Trading
CW Trading, una empresa especializada en la producción de la canola. Hace 14 años se encuentra operando en el sector, en todas las etapas de la producción, desde de la importación y distribución de las semillas, la investigación y adaptación de los híbridos, la asistencia técnica, hasta la compra y exportación de la producción a los principales mercados internacionales.
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