El mercado está cambiando rápida y drásticamente y esto ocurre porque lo que actualmente conocemos sobre nutrición y alimento se está transformando. Hoy más que nunca los consumidores investigan sobre los productos que compran y evitan aquellos procesados con calorías vacías. “Creo que es un nuevo estilo de vida, uno más saludable, sustentable y noble con el cuerpo, la sociedad y el medioambiente y cada vez se está haciendo más común”, dijo Jorge Cibils cofundador y fermentista de Shakti.
Este proyecto nace en Costa Rica, en enero de 2017 aproximadamente, cuando Jorge y su esposa Gabriela Pérez aprendieron sobre la fermentación natural mientras trabajaban en diversas labores en dicho país. “Ahí empezó la profunda investigación sobre alimentos probióticos y los múltiples beneficios para la salud”, comentó Jorge. Los jóvenes emprendedores actualmente comercializan kombucha, chucruts y kimchi.
La kombucha es una gaseosa probiótica, resultado de la fermentación aeróbica de té dulce con un cultivo de bacterias y levaduras. El chucrut y el kimchi son alimentos probióticos resultado de la fermentación de vegetales en un ambiente anaeróbico. “Son productos 100% naturales, veganos, libres de gluten, sin conservantes ni sabores artificiales, orgánicos y de comercio justo (siempre que nos es posible). Además, estamos desarrollando varias líneas de alimentos alternativos”, explicó Jorge.
La producción
“Hoy estamos produciendo cerca de 3.000 botellas de kombucha y unos 300 frascos de chucrut y kimchi. Pretendemos triplicar estos números en el próximo año”, indicó Jorge, que se encarga de las operaciones, administración y finanzas; mientras Gabriela se ocupa de las estrategias, marketing y relaciones públicas.
Jorge mencionó que el establecimiento y los equipos son muy básicos. “Combinamos técnicas milenarias con nuevas tecnologías para controlar el ambiente y permitir que se reproduzcan ciertos microorganismos en los alimentos. Tenemos salas de fermentación, tanques y tambores fermentadores, cámaras de frío, un montón de termómetros, medidores de pH y máquinas para el empaque. El proceso es completamente artesanal hasta el momento, pero proyectamos dar un salto a la industrialización en el 2019”, resaltó.
Somos lo que comemos
Cibils dijo que lo que comemos es uno de los factores más determinantes para la composición de nuestra microbiota intestinal, es decir, los distintos “bichitos” que habitan en el intestino. La ciencia confirma que estos “bichitos” son responsables por muchas enfermedades autoimmunes, intolerancias alimentarias y hasta trastornos psicológicos.
Para entender más: “Los alimentos probióticos están repletos de microorganismos vivos que pueden ayudar a mejorar nuestra salud, contrarrestando la predisposición de contraer estas enfermedades crónicas y degenerativas”, aseguró.
El tipo de consumidor que busca estos productos son personas jóvenes, conscientes y activas. También es ideal para aquellos que reciben indicaciones médicas de incorporar alimentos probióticos en sus dietas, ya sea porque sufren de algún padecimiento fisiológico o bien buscan prevenirlas.
“Existen múltiples beneficios asociados, siendo los más relevantes y científicamente comprobados la restitución del equilibrio en la microbiota intestinal, la purificación de la sangre y un sistema inmunológico potenciado”, afirmó Jorge.
Un 2019 cargado de novedades
“Apuntamos a fortalecer lazos con los organismos reguladores para regular (valga la redundancia), estos productos que hoy no tienen espacio en los códigos. Una vez realizado esto, queremos penetrar el mercado ingresando a mercados masivos, tiendas de conveniencia y supermercados”, señaló el empresario.
Cabe mencionar, que Shakti participó de la Aceleradora Koga en este segundo semestre del año, etapa en la que lograron avanzar mucho en cuanto a la formalización del proyecto. “Esto nos permitió ganar un capital semilla de US$ 10.000 del Fomin, que estaremos utilizando para adquirir nuevas máquinas de mejor tecnología y mayor capacidad, apuntando a lograr nuestros objetivos de producción y ventas del 2019”, finalizó.
Tu opinión enriquece este artículo: