Daniel, ¿qué representó para ustedes haber tenido a nada menos que Lee Clow como uno de los mentores de la agencia?
Lee es una leyenda de la publicidad porque estuvo detrás de trabajos icónicos en un momento donde California tuvo que remar mucho para figurar en el mapa de la creatividad global. Y la grandeza de Lee es que no solo hizo grandes trabajos sino que también formó a muchas personas que hoy la están rompiendo (como Brent Anderson, Rob Schwartz, Duncan Milner, Stephen Butler, entre otros), y logró crear procesos de pensamiento creativo, como el Disruption y Media Arts Planning de TBWA.
¿Cuáles fueron las principales enseñanzas que te dejó Lee?
Make it smart. Make it beautiful. Have fun.
¿Tenés alguna anécdota con él que quieras compartir con los lectores?
Cuando fui a TBWA Chiat Day en Los Ángeles, pensé que su oficina iba a ser la más imponente (por ser lo típico de los jefes en publicidad) pero era una muy discreta en el medio de todos los creativos, con muchos trabajos de la agencia pegados a la pared. Ahí nos contaron en la agencia que su oficina no es de reuniones, sino es su taller de trabajo.
¿Algo más que quieran agregar?
Lee defendía que la buena publicidad no es fácil y hay muy poca. Sobre todo hoy, con la cantidad de personas que trabajan más en procesos, informes, diagnósticos y negocios financieros que en ideas propiamente.
Lee siempre defendió que estamos en el negocio de las ideas, porque son las acciones que pueden mover las cosas hacia adelante.
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